por Víctor Quintero
Todos sabemos el cuento del choro que después de robar empieza a gritar “ladrón, ladrón” señalando hacia un punto distante y la muchedumbre sigue la indicación del caco sin distinguir entre la verdad y el engaño. Esta es la estrategia que siempre ha utilizado la derecha para desviar la atención de la gente ante los peligros que se ciernen sobre la humanidad como consecuencia de las políticas del capitalismo y para ello utiliza todos los subterfugios a su alcance.
Es así como uno de sus monigotes, el patético y decrépito Henry Ramos en su condición de presidente de la Asamblea Nacional (en hora aciaga para la Nación), agredió de manera flagrante y, lo que es peor, (hasta ahora) impunemente la figura, nada más y nada menos, que del Padre de la Patria: Simón Bolívar, igual suerte corrieron las fotos de nuestro Comandante Eterno: Hugo Chávez a quien el Pueblo lo considera su 2do. Libertador; no se trata simplemente de la destrucción de las imágenes de dos de los más influyentes hombres en nuestra Historia, sino que mientras realizaba tan despreciable tarea se regodeaba diciendo. “llévense esas vainas de aquí y échenlas en el aseo”; es un descomunal error creer que este bochornoso hecho es producto de “las vainas de Ramos Allup”, justificando lo inaceptable.
Pero las ofensas de este guapetón de pacotilla no se detienen allí. El día de la instalación de la AN amenazó al Presidente Maduro con “le quedan solo seis meses a este gobierno”, la continuidad de sus improperios fueron contra el TSJ cuando actuó en abierto y pendenciero desacato a una sentencia del máximo tribunal de la República referido a las elecciones parlamentarias en el estado Amazonas, idéntica actuación tuvo el día de la presentación anual de su gestión por parte del presidente de la República, Nicolás Maduro; y para quien no tuvo el mínimo respeto, dado el momento de formalidad exigido en estas circunstancias, luego ataca a nuestra gloriosa FANB alegando que “no debía llevar ningún de apellido y sólo denominarse: FAN”; es decir, quitarle el título de BOLIVARIANA.
Sería extremadamente ingenuo y altamente peligroso que esa serie de desplantes de este proscrito, cómplice por omisión de torturas, asesinatos, desapariciones forzadas y genocidios cometidos durante los gobiernos de AD y de Copei, época en la cual ocupó altos cargos tanto en su partido AD como en las organismos de ese entonces; puedan considerarse fortuitas, no, mil veces no, todo ese ataque contra instituciones que configuran parte del Estado venezolano como son: el Poder Ejecutivo, el Poder Judicial y la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, obedece a un plan que va desde crear “enfrentamientos” del Poder Legislativo con los otros Poderes del Estado, sumado a improperios a nuestra FANB, y crear condiciones para un golpe de Estado (algo difícil por la institucionalidad del componente militar) o crear la imagen de un estado fallido y en consecuencia propiciar una intervención armada extranjera para posesionarse de nuestra Nación.
VENceremos Nº47, enero 2016
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