Por Isaac Morales Fernández
Henry Lisandro Ramos
Allup. Nacido el 17 de octubre de 1943, hace 72 años. Cédula de identidad
número 1.364.990. Según la MUD, ese es el número de cédula del cambio, cobrando
su pensión desde hace 12 años, vale decir, desde los días que despotricaba del
CNE y llamaba a la abstención. Venezolano pero de nacimiento nada más, porque
nunca llegará a ser venezolanista. Traidor incluso a sus ancestros ya que
aunque es de ascendencia árabe libanesa, el 5 de enero se adorna citando el
Talmud judío para complacer a su lobby judío-estadounidense.
Autor del libro Reflexiones sobre el liberalismo, publicado en 2007 por el Fondo Editorial Tropykos y
reeditado por Editorial Nueva Visión en 2014. Un fracaso editorial de 500
páginas, merecedor en 2008 de una vomitiva adulación pseudocrítica por parte
del peor profesor que tuve en la Universidad Central de Venezuela, el campeón
olímpico de la mediocridad rastrera Carlos Raúl Hernández, a quien la materia
de Análisis de la Realidad SocioCultural le quedaba muy grande, tan grande que
en vez de mandarnos a leer a Alvin Toffler que era lo que tocaba en el
programa, su egolatría pudo más y nos obligó a leer su estúpidamente
manipulador libro de reaccionaria necedad infantil Estado malhechor, déspota bienhechor. En fin, en Reflexiones sobre el liberalismo, descubre Ramos Allup el agua tibia, pero olvida que esta moja. Confronta
el término “liberalismo” con “librecambismo”, declarándose alejado de lo que en
teoría económica se conoce estrictamente como “neoliberalismo”, término que él, y su duendecillo C.R. Hernández, omiten
para no delatarse. Igualmente, H.R.A. incurre en manipulación y demagogia
cuando afirma que “el liberalismo es una reformulación revolucionaria de las
relaciones entre el ciudadano y el poder”, cuando realmente, si evidenciamos
que este adeco de pedigree habla es de Neoliberalismo, lo que plantea
teóricamente es un clásico reformismo que frena y frustra todo proceso
revolucionario. Ese es su plan para Venezuela. Volver, como él mismo llega a
admitirlo, a los Poderes Representativos, en contraposición con los
Participativos que impulsamos y defendemos hoy.
En los ‘60 y ‘70 en
la juventud de AD ya era reconocido como una ficha importante, protegido por el
nefasto Gonzalo Barrios. Se gradúa de abogado.
En 1979 comenzó su eterna carrera como diputado corrupto
en la Asamblea Legislativa del Estado Carabobo y luego en el Congreso, hoy
Asamblea Nacional, desde 1994 (por su natal Carabobo hasta 1999, y desde 2000
por Caracas, en total 37 años cobrando sin trabajar), presidió la Comisión de
Obras Públicas y Servicios del antiguo Congreso, cargo desde el cual consiguió,
con licitaciones fraudulentas, multimillonarios contratos,
año tras año, para la empresa Dayco Constructores C.A., de su suegro italiano
Franco D’Agostino. Todo un negocio familiar. También fue miembro de la Comisión
de Finanzas, donde acuñó descaradamente el término “calistenia
parlamentaria” para referirse a su “técnica” de hacer desgastar todo debate y
toda decisión para que, simplemente, no se hiciese nada que no interesara a su
partido y a su lobby empresarial de la construcción.
En 1989, apoya el
Paquetazo Neoliberal recetado por el FMI. Eso sí lo apoyó, pero el Decreto de
Emergencia Económica del Presidente Maduro no. Es decir, en 1989 había una
urgencia económica, interesaba someter al pueblo a ella, y la decretaban CAP y
el FMI. Hoy, 27 años después, se busca salir de la crisis sin seguir recetas
neoliberales y él, con su gentecita, se niegan a aprobarla... A exposición de
partes, relevo de pruebas. A él le interesa que el pueblo siga padeciendo
económicamente la avaricia empresarial, y si fuera el FMI el que nos dirigiera,
seguro hubiera dado su apoyo nuevamente.
En 1989 Ramos Allup
apoya el Decreto de Suspensión de Garantías, la masacre contra el hambriento
pueblo venezolano, y a la infame prófuga Blanca Ibáñez y sus corruptelas
demostradas. El día de “yo tengo todos mis gastos cubridos”, allí estaba Ramos
Allup defendiéndola frente a todas las cámaras.
En 1992, luego del alzamiento militar protagonizado por
Chávez, este cogollero de profesión resalta en cadena nacional cuando le toca
leer el pronunciamento del Congreso en apoyo a Carlos Andrés Pérez y la
suspensión total de las Garantías Constitucionales.
En 1993-’94 se alía
con Ramón J. Velásquez y hace leña del árbol caído con C.A.P., contra quien
apoya su expulsión de AD debido al descubrimiento de la Partida Secreta del
expresidente. Sin embargo, siempre hipócrita y demagogo, homenajea póstumamente
al C.A.P. fallecido en 2010.
En 2002, durante el golpe de estado de Pedro Carmona
Estanga, él y Carlos Ortega, como directivos nacionales de AD, respaldaron al
golpista, pero le incomodó tanto que P.C.E. revocara a todos los diputados, que
prefirió defender sus intereses y hacerse el loco, saliendo luego en televisión
el 15 de abril diciendo que él no había apoyado el vacío de poder y golpe
(según su canosa interpretación hubo ambas cosas) y se sentía mejor con el
“hilo constitucional” retomado. Claro: podía seguir cobrando sin trabajar.
En 2005,
despotricando del CNE, llamó al abstencionismo. Fue el único período en que fue
diputado. En 2008, luego de cofundar la MUD, denunció a todo gañote un supuesto
fraude electoral, del cual jamás presentó prueba alguna. Su irrisoria actitud
mediática sirvió para que le hicieran aquel video pegajoso titulado Changallup “No me vas a provocar”... sin duda ese fue el año más ridículo de este
abuelo Monster.
En 2012 es nombrado
Vicepresidente de esa abominación que se conoce como Internacional Socialista,
agrupación de todos los socialdemócratas del mundo, que se hacen llamar
socialistas pero sólo disimulan su neoliberalismo salvaje al mejor estilo del
PSOE español, que se autodenomina socialista pero respalda la monarquía de los
herederos del genocida Francisco Franco.
En 2014 vuelve a
hacer el ridículo al enfrentarse pública y epistolarmente a su competencia
empresarial Thor Halvorssen (primo de Leopoldo López), luego de justificar las
guarimbas y al mismo tiempo pelearse con los “lechuguinos” y “petimetres” de PJ
y VP, y sentarse en la mesa de diálogo con el Presidente Maduro. Su triste
papel sirvió para que saliera la Changallup 2 “No me suene la
campana”.
Ahora en 2016 lo
vemos de nuevo adversando a la Patria cuando maniobra dentro de la MUD con
astucia para quedar electo como Presidente de la Asamblea Nacional, luego se
juramenta sin colocar la mano sobre la Constitución, sin cantar el Himno
Nacional como ordena el protocolo, sacando los retratos de Bolívar y Chávez,
nuestros dos Libertadores, del hemiciclo, e invitando especialmente al agregado
de la Embajada de Estados Unidos, llegando y yéndose en su limosina blindada.
VENceremos Nº47, enero 2016